Descubierta en 1801 por el físico alemán Johann Wilhelm Ritter, la radiación ultravioleta (UV) procede de la energía electromagnética emitida por el sol ☀️ .

La luz ultravioleta es una forma de radiación invisible para el ojo humano. Se compone de UVA y UVB, los dos tipos principales de radiación UV. La UVB tiene longitudes de onda más cortas y mayor energía, mientras que la UVA tiene longitudes de onda más largas y menor energía. Los rayos UVA y UVB dañan las células de la piel y contribuyen al cáncer de piel (melanoma y carcinoma), el envejecimiento prematuro de la piel, las arrugas y las manchas oscuras. Los rayos UVB son los principales responsables de las quemaduras solares, mientras que los UVA contribuyen más al envejecimiento porque penetran más profundamente en las capas de la piel debido a sus longitudes de onda más largas.

El índice UV es una medida de la intensidad de la radiación solar. Los valores del índice parten de cero y van en aumento.
La cantidad de radiación UV solar que llega a la superficie de la Tierra depende sobre todo del grosor de la atmósfera a través de la cual pasan los rayos del Sol. Cuando el Sol está alto en el cielo, los niveles de UV son elevados. Es el caso de la primavera y el verano. Por el contrario, cuando el Sol está bajo sobre el horizonte, la radiación UV es baja (finales de otoño e invierno).

La intensidad de los UV depende también de las condiciones meteorológicas observadas y del espesor de la capa de ozono que atraviesa. Situada a unos treinta kilómetros de altitud, esta envoltura de gas filtra la mayor parte de la radiación ultravioleta. Su espesor determina por tanto la cantidad de radiación ultravioleta que llega al suelo. Cuando la capa es más fina, el riesgo es mucho mayor. Por ello, el cálculo tiene en cuenta varios parámetros:
  • la altura del sol, que varía según la estación. Cuanto más alto esté el sol en el cielo (en el solsticio de verano), más intensa será la radiación.
  • La nubosidad también interviene en el cálculo del índice, ya que las nubes filtran parte de los rayos solares. Si la capa de nubes es espesa, la radiación ultravioleta es más débil, pero en el caso de nubes más finas y a mayor altitud, hay que protegerse porque la radiación está menos filtrada.
  • La reflexión de la superficie terrestre (albedo) también es un factor importante. El suelo blanco (por ejemplo, la nieve) o un entorno claro como la arena o la espuma del mar reflejan la radiación, por lo que la protección solar es esencial en la montaña, en el mar o en las playas. En un barco "blanco", la reflexión es por tanto muy importante.
  • En altitud, la radiación es más fuerte. Es más intensa cerca del ecuador, de ahí la influencia de la latitud.
FUENTES: