En un entorno donde los rayos del sol pueden ser intensos, como ocurre especialmente en verano en Francia, nos exponemos a niveles peligrosos de radiación UV. Los efectos de la exposición a los rayos UV se acumulan con el tiempo, y cuanto más envejecemos, mayor es el riesgo de que nos afecten enfermedades de la piel. Estas enfermedades a veces pueden ser graves y tener serias consecuencias para nuestra salud y nuestra vida. En el caso del cáncer de piel, que es el más frecuente en Francia con más de 100.000 nuevos casos cada año, el diagnóstico se produce relativamente tarde: de media a los 60 años en las mujeres y a los 66 en los hombres.
A pesar de ello, el melanoma puede aparecer a cualquier edad, y en los países occidentales es el cáncer más frecuente en adultos de entre 25 y 50 años. La sobreexposición al sol antes de los 15 años es el principal factor de riesgo del cáncer de piel, sostiene la Liga contra el Cáncer. Así pues, cuidar la piel lo antes posible es esencial, y está al alcance de todos, observando unos sencillos principios en las actividades cotidianas (trabajo al aire libre, jardinería, paseos, picnics, etc.).
Más del 80% de los cánceres de piel están relacionados con la exposición al sol ☀️ y los riesgos son reales, incluso cuando no se intenta broncearse deliberadamente. Algunas personas piensan que evitar las quemaduras solares y asegurarse un bronceado mínimo significa que no necesitan protegerse. Pero no existe el bronceado saludable. Si la piel se pone morena, es señal de que las células cutáneas se han traumatizado e intentan protegerse, aunque no haya enrojecimiento. Si te bronceas con facilidad, significa que tienes riesgo de cáncer de piel y necesitas protegerte del sol.
Publicado en 2014 en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, un estudio científico estadounidense realizado durante 20 años en 110.000 enfermeras demostró que bastan 5 quemaduras solares para provocar un envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel. Este último se debe principalmente a los efectos acumulativos de la exposición a los rayos UV. Cada vez que se sufre una quemadura solar, aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer de piel en etapas posteriores de la vida. La piel dañada por el sol tiende a estar seca y escamosa en comparación con las zonas que no han estado expuestas, lo que provoca frecuentes irritaciones cutáneas.
Al exponer repetidamente su piel al sol sin protección, está acelerando el ritmo al que envejece su piel y, a largo plazo, aparentará más edad de la que tiene. Un estudio reciente demuestra que más del 90% del envejecimiento de la piel se debe a la exposición al sol ☀️. Por tanto, mantenerse alejado del sol sigue siendo la mejor forma de ralentizar el proceso de envejecimiento de la piel. Si aun así tiene que salir cuando el índice UV es alto, la ropa anti-UV ofrece una excelente protección para su piel y su salud.