¿Los lunares son peligrosos?
La gran mayoría de los lunares son benignos o no cancerosos y son principalmente una representación de células de la piel dañadas por la exposición al sol. Existe una subcategoría de lunares conocida como lunares atípicos, que pueden convertirse en melanoma. Son más grandes que otros lunares (a menudo más de 5 mm de ancho) y tienen una forma irregular. La mayoría no se convierten en melanoma y permanecen estables durante toda la vida. Los melanomas se desarrollan cuando un crecimiento de la piel muta y crece de forma irregular o incontrolada.
Las personas con más de 50 lunares corren especial riesgo de padecer melanoma, que es el cáncer de piel menos frecuente, pero también el más mortal. Existen otros dos tipos de cáncer de piel: el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Estas formas de cáncer de piel también están causadas por la exposición acumulativa al sol ☀️, donde las células de la piel han sido dañadas por el sol pero se representan de forma diferente en la piel al lunar común.
El tratamiento del cáncer de piel puede ser mucho más grave que una simple lesión "quemada". Puede implicar cirugía, quimioterapia y dejar cicatrices permanentes. El cáncer de piel también puede extenderse a otras partes del cuerpo. Cada año mueren muchas personas de cáncer de piel. Así que manténgase alerta ante la aparición de nuevas manchas o cambios en las ya existentes, y consulte inmediatamente a su médico o dermatólogo si nota algo nuevo o cambiante. Recuerde: más vale prevenir que curar ⚠️.
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